El desempleo y el subempleo describieron un salto de más de dos puntos. Aumentó la informalidad laboral y la precarización en las condiciones de trabajo. El empleo creado festejado en reportes oficiales son monotributistas y autónomos. El Gobierno empezó un decidido avance sobre derechos laborales con el fomento de contratos de pasantías desde el Ministerio de Trabajo, con la modificación de la ley de accidentes de trabajo, con reducción de beneficios en convenios colectivos (petroleros) y con rebaja de cargas patronales en acuerdos sectoriales. Además persigue a jueces que fallan a favor de sindicatos (bancarios y docentes). El plan Repro de protección estatal del empleo al cubrir parte del salario de empresas en crisis ha disminuido sustancialmente. El Gobierno vetó la ley “antidespidos” y armó una puesta en escena con la firma de un compromiso empresario-sindical para mantener los puestos de trabajo, que no se cumplió. Pocas compañías entregaron un bono de fin de año como se había publicitado desde usinas oficialistas. El salario real de trabajadores formales perdió de 6 a 8 por ciento y el de los informales se estima de 10 a 12 por ciento el año pasado. La disminución del poder adquisitivo ha sido más pronunciada en los estratos de ingresos más bajos. Esta impresionante caída en apenas doce meses no se recuperaría en las negociaciones paritarias de este año. El Gobierno exige y presiona a sindicatos y cámaras empresarias para que cierren paritarias no superiores al 20 por ciento cuando la inflación proyectada es de un piso de 25 por ciento. Lo consiguió con Comercio, lo sigue batallando con docentes además de desconocer la Paritaria Nacional Docente definida por ley y lo intentó con bancarios rechazando el acuerdo entre trabajadores y la patronal, atropello del que tuvo que retroceder. La cláusula gatillo incluida en las paritarias puede amortiguar parte de esa pérdida de poder adquisitivo. Cada uno de estos componentes ha terminado de conformar una crisis laboral que ha tenido una respuesta contundente con el paro nacional de actividades del jueves pasado. El trabajo decente resume las aspiraciones de las personas en su vida laboral, aspiraciones en relación a oportunidades e ingresos; derechos, voz y reconocimiento; estabilidad familiar y desarrollo personal; justicia e igualdad de género. Las diversas dimensiones del trabajo decente son pilares de la paz en las comunidades y en la sociedad. El trabajo decente es fundamental en el esfuerzo por reducir la pobreza, y es un medio para lograr un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible.
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Sebastián Serrano Alou
Abogado Laboralista de la ciudad de Rosario, Santa Fe, Argentina - Magíster en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales, Universidad Nacional de Tres de Febrero
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10 abr 2017
Crisis laboral
El desempleo y el subempleo describieron un salto de más de dos puntos. Aumentó la informalidad laboral y la precarización en las condiciones de trabajo. El empleo creado festejado en reportes oficiales son monotributistas y autónomos. El Gobierno empezó un decidido avance sobre derechos laborales con el fomento de contratos de pasantías desde el Ministerio de Trabajo, con la modificación de la ley de accidentes de trabajo, con reducción de beneficios en convenios colectivos (petroleros) y con rebaja de cargas patronales en acuerdos sectoriales. Además persigue a jueces que fallan a favor de sindicatos (bancarios y docentes). El plan Repro de protección estatal del empleo al cubrir parte del salario de empresas en crisis ha disminuido sustancialmente. El Gobierno vetó la ley “antidespidos” y armó una puesta en escena con la firma de un compromiso empresario-sindical para mantener los puestos de trabajo, que no se cumplió. Pocas compañías entregaron un bono de fin de año como se había publicitado desde usinas oficialistas. El salario real de trabajadores formales perdió de 6 a 8 por ciento y el de los informales se estima de 10 a 12 por ciento el año pasado. La disminución del poder adquisitivo ha sido más pronunciada en los estratos de ingresos más bajos. Esta impresionante caída en apenas doce meses no se recuperaría en las negociaciones paritarias de este año. El Gobierno exige y presiona a sindicatos y cámaras empresarias para que cierren paritarias no superiores al 20 por ciento cuando la inflación proyectada es de un piso de 25 por ciento. Lo consiguió con Comercio, lo sigue batallando con docentes además de desconocer la Paritaria Nacional Docente definida por ley y lo intentó con bancarios rechazando el acuerdo entre trabajadores y la patronal, atropello del que tuvo que retroceder. La cláusula gatillo incluida en las paritarias puede amortiguar parte de esa pérdida de poder adquisitivo. Cada uno de estos componentes ha terminado de conformar una crisis laboral que ha tenido una respuesta contundente con el paro nacional de actividades del jueves pasado. 7 abr 2017
¿Por qué hacer huelga es legal y descontar el día de paro no?
¿Por qué hacer huelga es legal y descontar el día de paro no?
